La Asociación de Revistas Culturales Independientes de la Argentina (AReCIA) estuvo presente en el Encuentro de La Palabra, que se desarrolló del 21 de marzo al 5 de abril en Tecnópolis, y aprovechó el encuentro para dar a conocer la actualidad del sector, la necesidad de avanzar en una Ley de Fomento a las revistas culturales y sus coincidencias que la Ley Federal de las Culturas, que impulsa el Ministerio de Cultura.

En la Sala B del complejo ferial, la editora de revista Yucumanita y representante del nodo Tucumán, Verónica Daud, y el editor de revista NAN y secretario de prensa de AReCIA, Nahuel Lag, introdujeron al público al mundo de las revistas culturales al repasar los datos sobresalientes del tercer informe del sector, elaborado por la asociación.

“Desde 2012, las revistas somos más, en el último año llegamos a las 213 publicaciones en todo el país; y somos un sector federal porque el 60 por ciento de las ediciones se realizan fuera de la Ciudad de Buenos Aires”, precisó Lag. El secretario de prensa agregó que el sector es un actor económico, una “industria cultural”, que imprima 360 mil ejemplares mensuales, aporta 3 millones de pesos por mes a las pyme gráficas y generó 1300 puestos de trabajo. “A partir de su organización, el sector demostró un gran cambio”, señaló Daud.

En ese sentido, los editores resaltaron la iniciativa de una Ley Federal de Culturas que, finalmente, reconozca a las revistas culturales y a todos las disciplina a nivel nacional, las proteja y fomente. Por eso coincidieron con los puntos del anteproyecto que declaran la “comunicación e información” como derecho cultural y establece como principios de ejecución el “fomento de las culturas independientes, autogestivas, comunitarias y cooperativas”.

Daud indicó que las revistas culturales “llevamos la voz de los que no tienen espacio la prensa comercial” y subrayó la relación directa de los editores con la comunidad cercana y el lector, en la que aún funciona “la comunicación del boca en boca”. De todas formas, la representante del Nodo Tucumán indicó que aún persisten en el sector relaciones precarizadas (el 70 por ciento de los editores son monotributistas) por la falta de reconocimiento y políticas públicas y afirmó: “Si la cultura es dignidad, las revistas culturales exigimos una Ley de Fomento para salir de la precarización”.

“La Ley Federal de las Culturas es un amparo necesario y la Ley de Fomento, es la herramienta para potenciar el sector y multiplicar voces federales”, precisó el secretario de prensa de AReCIA. Lag señaló logros colectivos alcanzados por la asociación en los últimos años como la negociación pauta oficial, un segmento de difusión en radio nacional y la modificación en el Impuesto al IVA.

“Estos son puntos centrales de la Ley de Fomento, que necesitamos que se transforme en norma para universalizar la conseguido, ampliar los beneficios y que no llegue otro gobierno y borre todo de un plumazo”, señaló.

Por último, el editor de NAN denunció la monopolización de la distribución y venta en el periodismo gráfico, que aún es regido por un decreto de desregularización firmado en 2001 por el presidente Fernando De la Rúa. “A diferencia de lo que ocurrió con la sanción de la Ley de Medios en el sector audiovisual, las publicaciones independientes estamos a merced del mercado, ya que el Estado no cuenta con normas para resguardar nuestros derechos”.

En ese sentido, los integrantes de AReCIA indicaron que seis empresas controlan 60 títulos de revistas, entre ellas, empresas como Clarín y La Nación, que además de controlar el monopolio del papel con Papel Prensa, presionan a canillitas y distribuidoras por su posición previlegiada en el mercado.

“Cuando la concentración se une con baja en las ventas, la presión la resistimos las revistas culturales a las que nos ponen un techo de crecimiento para pagar el rojo del periodismo comercial”, apuntó Lag. “Las revistas culturales tenemos 1,5 millón de lectores a pesar del oligopolio de la distribución y el papel”, destacó.

“Ley de fomento sería un dolor de cabeza para el monopolio que nos expulsa con maniobras mafiosas”, indicaron los editores y agregaron: “La revistas culturales damos las luchas para modificar las estructuras del periodismo concentrado”.

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